La limpieza interior de coches es algo que debemos tener presente en todo momento, a todos nos gusta que el coche siempre esté en las mejores condiciones posibles. Si se tienen hijos puede, es habitual que se les caiga el chicle y no se den cuenta y no nos avisen produciendo una mancha difícil de quitar en la tapicería.
Se trata de una de las manchas más complejas a la que nos podemos enfrentar, pero solo si lleva mucho tiempo en la tapicería. En caso de que el chicle sea muy reciente, se puede quitar de una forma bastante fácil, siempre que el calor no esté presente y reblandezca el chicle, haciendo que penetre más en el tejido.
Debemos poner un cubito de hielo dentro de una bolsa y aplicarlo directamente, frotando enérgicamente sobre los restos del chicle. Lo que buscamos con ello es que los restos se congelen y de esta forma nos resultará mucho más fácil retirarlos.
En caso de que el calor haya provocado que el chicle se incruste más en la tapicería, no hay que olvidarse de que el calor también puede hacer que el chicle vuelva a ablandarse y nos permita retirarlo fácilmente. Podemos hacer dos cosas, o subir la temperatura del coche hasta que el calor haya reblandecido el chicle o usar un secador de pelo aplicándolo directamente sobre el chicle en sí.
Una vez esté caliente hay que armarse de paciencia e ir poco a poco retirando los restos que hayan podido quedar. Es una tarea muy pesada de realizar y lo cierto es que cuesta bastante trabajo.
Para no perder el tiempo ni desesperarse, la mejor opción es acudir a profesionales de la limpieza porque utilizarán los productos y herramientas necesarias para dejar la tapicería del coche como si estuviera nueva.