A todas aquellas personas que tienen perros, les habrá ocurrido, y les ocurrirá en más de una ocasión, que cuando llevan a sus mascotas en la parte trasera del vehículo en repetidas ocasiones, o bien el maletero o la tapicería va adquiriendo el clásico olor a perro, por lo que la limpieza de la tapicería del coche debe ser cuidada para que ese olor no se quede de manera permanente.
Ocurre que cuando nos acostumbramos al olor de nuestra mascota (el también hace lo mismo con nuestro olor), normalmente no nos damos cuenta de que nuestro vehículo adquiere el olor del cánido.
No hay que buscar excusas para no llevar en coche a la familia, un amigo o la pareja, siempre se puede limpiar a la perfección y eliminar tanto pelos como cualquier otro resto orgánico u olores, para que nadie se sienta molesto en ningún momento después de haber llevado a nuestra mascota.
Para que esto no ocurra se pueden poner unas mantas especiales que podremos encontrar en una tienda de productos para animales o incluso una sábana vieja que no usemos. Tras su uso se puede sacudir, lavar y volver a darle el mismo uso, pero… ¿qué pasa cuando no se toman estas medidas? Que el olor del perro queda impregnado en la tapicería.
Lo primero que hay que hacer es aspirar en profundidad para eliminar pelos y cualquier suciedad. Un eliminador de olores que se pulveriza sobre la tapicería es otra opción, aunque hay marcas que lo único que hacen es disimular el olor. Se puede optar también por el bicarbonato sódico, aplicarlo en la zona, dejarlo actuar una noche y al día siguiente aspirarlo tranquilamente.
Hay muchos remedios para tal fin, pero para dejarse de inventos y probar suerte a ver si un producto funciona o no, hay empresas especializadas en acabar de manera segura con cualquier clase de mancha u olores, así nos ahorraremos tiempo y sobre todo, dinero.