La limpieza automóvil a veces puede ser bastante sencilla o compleja, depende de la suciedad o de lo que haya que limpiar. Por ejemplo, los asientos de cuero de un coche deben recibir un cuidado especial porque no es algo que se pueda limpiar con cualquier clase de producto.
La tapicería de piel debe mantenerse libre de polvo en todo momento, por eso se recomienda usar un aspirador y al menos una vez al mes aplicar productos especialmente diseñados para una correcta limpieza de la piel de la tapicería.
Después de haber pasado el aspirador hay que usar una bayeta de microfibra con la que poder aplicar una espuma limpiadora específicamente creada para la piel. Tras ello se debe aplicar una loción para piel con una esponja de una manera suave. Esto hará que la piel pueda mantenerse correctamente hidratada con el paso del tiempo.
Es importante que en el automóvil se lleve unas toallitas especiales para la limpieza de la piel, por si en cualquier momento cae alguna clase de producto en los asientos y no se dispone de mucho tiempo para limpiarlo.
Por otro lado, para evitar que la piel pueda decolorarse y acabe cuarteándose, siempre que sea posible, hay que evitar que el sol incida sobre los asientos del coche. Por eso, se recomienda dejarlo aparcado a cubierto o en una zona en la que pueda estar a la sombra sin peligro de que le dé el sol.
Para finalizar, en caso de que la piel ya esté envejecida, lo que se puede hacer es recurrir a diferentes productos específicos para intentar rejuvenecerla. No hacen milagros, pero se puede mejorar bastante el aspecto de la piel. Eso sí, siempre siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del fabricante para conseguir los mejores resultados.