Cuando hablamos de la limpieza interior de coches, podemos pensar en la tapicería, los cristales, el cuadro de mandos o las alfombrillas, que es de lo que vamos a hablar a continuación. Se trata de una de las partes del interior del coche que más se ensucian y que deben ser limpiadas de manera periódica.
Lo primero que hay que hacer es sacar las alfombrillas del coche y sacudirlas en un sitio donde se pueda recoger la suciedad, gravilla o cualquier otro resto que pueda estar en esta parte del coche. Después hay que lavarlas bien y frotarlas con un cepillo para retirarles cualquier resto que haya podido quedar adherido.
Mientras secan, es importante lavar también la zona del coche que cubren las alfombrillas. En este caso lo primero que hay que hacer es pasar un aspirador para retirar toda la suciedad que haya, que la habrá seguramente. Si no se tiene un aspirador, se puede ir a un lavadero de coches para hacerlo a cambio de unas monedas.
Si el coche es antiguo, posiblemente tengas unas alfombrillas de plástico o de goma blanda, son unas de las más fáciles de limpiar porque es suficiente con agua, jabón y un cepillo para tenerlas limpias
El procedimiento es muy sencillo y aunque se pueda hacer a mano, quizá no se tenga ni el tiempo ni el material necesario para limpiarlas correctamente. Por otro lado puede que el resultado que se consigue en un lavado de coches por un par de monedas no sea el óptimo.
Por eso, lo más aconsejable es llevar el coche a una empresa de lavado de coches y despreocuparnos, porque dejarán las alfombrillas como si hubieran salido de fábrica dado que contarán con todos los materiales y productos específicos para conseguirlo.