Uno de los consejos que siempre suelen dar los fabricantes de coches es que para que la pintura se mantenga en óptimo estado siempre, lo mejor a la hora de limpiar es hacer un lavado de coches a mano, porque respetaremos más la pintura y podremos profundizar más en determinados lugares que una máquina, como la de un túnel de lavado no puede llevar a cabo.
Uniones de la chapa, zona de las ópticas cierre de las puertas o portón trasero, los bajos del coche, la goma de los cristales… son muchos los lugares donde la suciedad puede acumularse en gran cantidad y quedar pegada, pudiendo pasar bastante tiempo antes de que sea retirada.
Todos sabemos que un excremento de paloma o material orgánico en descomposición como puede ser una hoja, pueden afectar directamente a la pintura si se deja pasar el tiempo. Lo mismo ocurre en los bajos del coche cuando se salpica con barro, una sustancia que puede favorecer la aparición de corrosión con el paso del tiempo.
Por estas y muchas otras razones, es muy importante mantener la pintura siempre con un aspecto saludable, con lo que se conseguirá que el coche no se devalúe y tenga una apariencia excelente, libre de amenazas que puedan dañar o alterar su aspecto.
Como ocurre en muchos casos, en estos momentos en los que vivimos, el tiempo es un bien que escasea bastante y mucha gente no puede dedicarle un par de horas o tres a una buena limpieza del coche, porque no se trata solamente de la chapa sino que ya puestos a limpiar y a dejar el vehículo en buenas condiciones se recomienda también limpiar la tapicería y el motor.
No todo el mundo sabe o puede limpiar un motor o incluso la tapicería, porque no vale cualquier clase de producto para eliminar manchas y proteger la tela, piel o cualquier otro material. Si no se tiene tiempo, ganas o la seguridad de que lo que se está haciendo va a dar los resultados esperados, la alternativa más recomendable siempre será llevar el vehículo a una empresa especializada en limpieza del automóvil.