Con la llegada del buen tiempo llegan las altas temperaturas, uno de los momentos en los que más sufre la pintura de nuestro coche. En esta temporada, es importante recordar la importancia que tiene tomar las precauciones necesarias a la hora de hacer la limpieza del automóvil porque si no cumplimos con algún paso específico podemos dañar la pintura.
Tanto si se lava a mano como si se mete en un túnel de lavado, es recomendable secarlo por completo y quitar todas las gotas de agua que puedan haber quedado sobre la pintura. No podemos dejarlo secar al sol. Esas gotas que quedan sobre la carrocería pueden hacer el efecto lupa y concentrar el calor del sol sobre la zona en la que estén, pudiendo rebajar el color de la pintura.
Lo mismo que sucede con nuestra piel, que la protegemos con cremas o sprays con protección contra los rayos UV, lo mismo hay que hacer con el coche. Podemos aplicarle productos especiales o llevarlo a una firma profesional de lavado de coches, donde se aplicarán los productos necesarios para darle un plus más de protección a nuestro vehículo.
Cuando se vaya a aparcar, se debe buscar una zona de sombra, esto no solo protegerá la pintura del coche sino que cuando volvamos a usarlo no nos lo encontremos como si hubiera un horno en su interior.
Hay que procurar mantenerlo lo más limpio posible y si se puede, lavarlo una vez a la semana. Además, es muy aconsejable retirar cualquier resto orgánico lo antes posible, especialmente los excrementos de palomas, gaviotas, gorriones y demás pájaros que podemos encontrar en pueblos y ciudades.
Si dejamos que el sol incida sobre sus restos, éstos penetrarán en la pintura y como contienen ácido clorhídrico, el daño está casi asegurado. Por eso es tan importante retirarlos cuanto antes.
¿Cuánto aprecias la pintura de tu coche?