Cuando se tiene un coche, se tienen muchas responsabilidades, sobre todo su limpieza. Limpiar motor coche, interior, pintura, cristales, neumáticos, llantas… son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta para que el vehículo tenga siempre el mejor aspecto. A pesar de ello, muchas personas siguen cometiendo un gran número de errores a la hora de limpiar el coche.
Un error muy extendido a la hora de lavar el coche es el uso de esponjas y trapos viejos. Está bien que se quieran aprovechar esos trapos que no se les da demasiado uso pero no para esta finalidad. Cuando se «limpia» el coche con esto, la suciedad atrapada en ellos puede provocar daños en la pintura del coche. Lo mejor es el uso de una bayeta de microfibra o pelo de cabra, que puede atrapar la suciedad sin afectar a la carrocería.
Otro error más común de lo que se piensa es utilizar el mismo jabón que se utiliza para limpiar la vajilla, la ropa o las manos. Estos productos son para lo que son y no deben ser utilizados en este caso porque son agresivos para la pintura. En este caso, se deben utilizar jabones especiales con un pH adecuado.
La utilización de la misma agua para todo el coche es otro gran error. Los residuos pueden afectar a la pintura, algo que hay que tener muy en cuenta. Lo más recomendable es utilizar tres cubetas de agua diferentes para la carrocería, interiores y las llantas o cambiar el agua cuando se termine una parte, aclarar bien la cubeta y volver a utilizarla.
Finalizamos con otro error, el uso de productos aceitosos en el interior del vehículo. Muchos conductores tienen la manía de «encerar» todo el coche para que brille. Está bien que los interiores del coche brillen y estén limpios, pero sin dejarlo todo grasoso, especialmente el volante dado que si sudamos, la superficie se puede volver resbaladiza y se podría incluso llegar a tener un accidente.