Si hablamos de limpieza del automóvil, algo que no debemos dejar de cuidar en todo momento es la chapa, porque además de ser nuestra carta de presentación, puede ser por donde comiencen a aparecer problemas si no se cuida bien, por eso hay que tener especial cuidado con ella.
Cuando llegamos a un sitio con el coche nos gusta causar buena impresión y eso no se consigue con el coche sucio o en mal estado. Una vez al mes por ejemplo siempre es una buena idea hacerle una limpieza de chapa y llantas, cada entre cuatro y seis meses una limpieza de motor y al menos dos veces al año hacerle una limpieza integral de coches para que devuelva ese brillo y olor que tenía cuando era nuevo.
Si vivimos en un sitio próximo a un parque o a una urbanización con árboles y dejamos el coche aparcado mucho tiempo en la calle, es muy importante tener en cuenta que los excrementos de las palomas por ejemplo, son altamente corrosivos y aunque su porcentaje de ácido clorhídrico es muy bajo, puede dañar seriamente la pintura del coche. Por ello, en el momento que veamos una, es importante retirarla antes de que se seque demasiado, porque de lo contrario podría levantar nuestra pintura si no se hace a tiempo.
Lo mismo ocurre con las hojas de los árboles o insectos muertos, dado que todo lo que sea de origen biológico se muere y se descompone, por ello, lo mejor es que no lo haga en la pintura del coche porque también podría verse afectada.
Lo que sí es muy aconsejable es darle a nuestro vehículo un tratamiento especial de pulido y encerado para dotar a la pintura de una capa extra de protección y que sea más difícil la fijación a la misma por parte de cualquier agente. ¿Eres de los que cuidan su coche así?