Contar con la ayuda de una empresa que esté especializada en el lavado de coches a mano es ir sobre seguro, porque tendremos la seguridad de que el vehículo quedará en unas formidables condiciones. Tanto en el interior como en el exterior. Si hablamos del exterior, muchas personas se fijan solamente en lavar el coche para eliminar la suciedad de la pintura y aplicar agua a presión para limpiar las llantas, pero hay más zonas que limpiar y trucos para hacerlo.
Las llantas son una de las partes del coche que más se suelen ensuciar y aunque no es plan ir todos los días a que nos las limpien, siempre podemos poner en marcha algún truco para acabar con la suciedad.
Por ejemplo, con mucha paciencia, con un producto desengrasante como puede ser un limpiahornos se puede quitar mucha de la suciedad más incrustada de las llantas, aunque no hay que aplicar demasiada cantidad, con una pequeña capa será suficiente. Se dejará actuar durante unos 30 segundos y después se retirará con un paño humedecido en agua. Seguro que te sorprenderá la cantidad de suciedad que puedes quitar de esta forma tan sencilla.
Los faros son otro de los elementos en los que no siempre caemos a la hora de hacer un lavado del coche, sobre todo si lo hacemos nosotros con agua a presión. Muchas personas se limitan a pasar el chorro de agua y ya está. Con un cepillo dental que no se use y pasta de dientes, así como mucha paciencia, los faros del coche quedarán relucientes.
Si la óptica es de plástico, la pasta de dientes ayudara a quitar las manchas que pueda tener y si se desmontan, también se puede acabar con el color amarillento que con el uso y el paso del tiempo se fa formando.
Para finalizar, los cristales hay que limpiarlos tanto por dentro como por fuera y se puede hacer con algo tan sencillo como vinagre para eliminar la suciedad y después agua y un papel absorbente. También sirve el limpia cristales que se utiliza para limpiar las ventanas de casa.