Los expertos en pintura del automóvil coinciden en que no es buena idea meter el coche en un túnel de lavado. No porque sean más o menos efectivos sino porque el problema radica en los vehículos que han entrado antes que el nuestro.
Si el vehículo que entra antes que nosotros está muy sucio es bastante probable que deje los rodillos del sistema bastante llenos de suciedad, pueden tener arena, barro, etc. Ese barro y arena son fragmentos muy pequeños de piedra y cristal que pueden llegar a ser muy duros y sobre todo abrasivos.
En caso de que se tarde en volver a usar el sistema, los rodillos se secarán, pero la suciedad habrá quedado adherida, haciendo que sean como un papel de lija. De esta forma, cuando pase el siguiente vehículo se le pueden producir microabrasiones. En un principio puede que no se noten demasiado, pero con el paso del tiempo, la pintura irá desvelando el daño sufrido tras muchas veces yendo al túnel de lavado para limpiar el coche.
Con la alta velocidad a la que pueden llegar a girar los rodillos, el roce de las cerdas con la pintura de nuestro coche y el agua a presión, se someterá a la pintura del coche a un esfuerzo que acabará notándose.
No es mala idea ir muy de vez en cuando como método de emergencia, cuando no se tiene tiempo para limpiar el coche, pero lo mejor si se quiere respetar la pintura del mismo es llevar el vehículo a un centro especializado de lavado a mano.